Y como el año anterior, comenzamos ganando las dos primeras pruebas. Dos txapelas para casa de las dos disputadas, aunque esta última nos costó más que la anterior. Parece que el equipo de Kabiezes está apretando este año y nos lo va a poner tan difícil como Gallarta el pasado, aunque por el momento no se puede descartar nada, a la espera de que avance la competición y vayamos afinando la forma poco a poco todos los participantes. Por supuesto, nuestra idea, es seguir ganando y afianzando la liga, especialmente en estas tres próximas pruebas que se presentan seguidas.
En Ortuella casi tocamos nuestro propio récord -y el máximo histórico, que obtuvimos el año pasado en Bilbao- pero nos quedamos a las puertas, luchando también con Kabiezes. Tal fue la lucha, que una vez la medición final, estábamos a menos de un barreno. Para colmo de males, rozábamos los 30 grados y volvíamos a estar como en la anterior temporada, vendidos a Lorenzo, que calentó piedras, barrenas y barrenadores.